domingo, 31 de marzo de 2019

Lectura tema 10

Muchos países tienen un día que es especial –el día nacional. Para Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda, países que forman el Reino Unido, el día nacional es el día de su santo patrón. Esto es algo que viene desde la Iglesia, lo cual es importante para un grupo de personas; San Cristóbal, por ejemplo, es el patrono de los viajeros.

El primero de estos cuatro días nacionales es el 1 de marzo. san David. El patrón de Gales y el 1 de marzo es el día de san David. David y sus seguidores vivieron tranquilmente en Gales; ellos no comían carne y bebían sólo agua. David llegó a ser un famoso maestro y un hombre muy importante en la iglesia en Gales. Murió en el 589.


El siguiente es el 17 de marzo, el día de san Patricio, el cual es un gran día en Irlanda y también en Norte América. San Patricio nació sobre el 385. Viajó a través de toda Irlanda, enseñando y hablando a la gente sobre el cristianismo. También construyó muchas escuelas e iglesias. Murió el 17 de marzo del 461.

San Patricio tuvo que explicar una vez lo que era la Santísima Trinidad. Para que todos lo entendieran, utilizó un trébol como muestra, explicando que la Santísima Trinidad, al igual que el trébol, era una misma unidad, pero con tres personas diferentes. La primera hoja de trébol era el Padre, la segunda era el Hijo y la última el Espíritu Santo. Luego de ello, el trébol de tres hojas que representa a las tres personas de la Trinidad, pasó a ser un símbolo de la iglesia de Irlanda.

Como curiosidad, en España, San Patricio es patrón de la ciudad de Murcia, donde es realmente venerado.

En el día de san Patricio hay marchas, servicios en la iglesia y festivales en Dublin, Belfast y muchos otros pueblos y ciudades irlandesas. Pero también es un día importante en USA. En el siglo XIX muchos irlandeses viajaron a USA y comenzaron una nueva vida. El día de san Patricio era muy importante para ellos, porque en este día recordaban Irlanda. El Desfile de San Patricio en New York es ahora uno de los mayores desfiles en el mundo. Hay fiestas en otros lugares por todo USA y Canada también. Mucha gente lleva vestidos verdes, algunos beben mucha cerveza –¡y algunos incluso beben cerveza verde!

lunes, 18 de marzo de 2019

Texto lectura tema 9

Durante mucho tiempo se creyó que los constructores de catedrales habían sido los propios religiosos. Hoy, esta hipótesis está totalmente descartada. La enorme complejidad de estas construcciones no puede superarse únicamente con amor a Dios. Es preciso tener conocimientos de arquitectura, saber geometría y dominar las distintas técnicas de construcción. 

En la edificación de cada catedral participaron innumerables personas. Es necesario recordar que cien años es un periodo muy corto en comparación con lo que se tardó en completar alguna de ellas. En numerosas ocasiones, las obras eran interrumpidas por falta de dinero, por la muerte del arquitecto o del obispo que había encargado el proyecto, o por alguna epidemia que causaba estragos entre la mano de obra. Tras un largo paréntesis volvían a ser retomadas, muchas veces por los hijos y los nietos de los primeros constructores. Se dieron verdaderas dinastías de arquitectos. 

Los arquitectos gozaban de una elevada posición social. El gremio de los albañiles era uno de los mejor organizados y, por consiguiente, más considerados. Ostentar el cargo de maestro albañil conllevaba el reconocimiento público. 

A finales de la Edad Media, los maestros con categoría de arquitectos recibían una paga tres o cuatro veces superior a la de los artesanos más especializados del mismo ramo. Los arquitectos viajaban continuamente para asesorar sobre el diseño más adecuado a cada catedral. 

En 1416 se reunieron en Gerona doce arquitectos para decidir los planos de la catedral de la ciudad. Los planos solían utilizarse como modelos para varias obras. Entonces no existían los derechos de autor. Así, por ejemplo, los campanarios de piedra calada de la catedral de Burgos estaban basados en las agujas de la fachada occidental de la catedral de Colonia. No en vano el arquitecto había sido el mismo. 

Por su parte, los albañiles grababan su marca en las piedras para demostrar que se hacían responsables del trabajo realizado. Estas marcas pasaban de padres a hijos.